¿Hace frío allá arriba?

Hoy a las 21 horas parto para Buenos Aires. Estoy contenta, asustada, entusiasmada, feliz, nerviosa, ansiosa, loca, neurótica, aliviada, expectante, alerta, y muchas otras cosas dentro del caldero de menjunje que son mi corazón, mi mente y mis bártulos. Tengo donde parar un par de semanas, tengo planes e ideas, ilusiones y temores, mucha ropa, zapatos, libros y maquillajes con destino Retiro. Y acá quedan los gatos, los perros y mi madre que tiene una ensalada sentimental compuesta por cosas parecidas a la mía. Como sea, veremos que sucede. Estoy como Alicia en la madriguera del conejo, veremos que se me aparece en las paredes a medida que vaya cayendo. Ojalá de ahora en más la vida se me arme como el país de las maravillosas posibilidades que espero. Y sé que pueden pasar (y que van a pasar) cosas no tan copadas, pero como todo cuento, por lo general las historias terminan bien. Nos leemos che gente, la próxima actualizada me va a encontrar porteña.

Desde ayer estoy metida en una especie de tristeza/preocupación/depresión/SPM/mambo galáctico/ensalada de histeria/paranoia todo junto en medidas iguales, en una coctelera, pero batidos y no revueltos y servidos en una linda copa con una sombrilita de drama queen. ¿Por qué? Se preguntarán los fantasmas que leen el blog (sé que están ahí, Analytics me contó). Bueno, digamos que me volví una homeless a futuro. ¿Lo qué? Se peguntará uno que entró acá buscando "mamacitasislepxia" (no me miren a mí, eso también me lo chusmeó Analytics). Resulta que cuando me mude (ahora en dieciséis días) me iba a quedar en la casa de una amiga, pero cambió de parecer, encontró un comprador, la picó una abeja radioactiva, la pateó una yegua, o vaya una a saber, pero la cuestión es que no, no me puedo quedar y ahora no tengo a dónde cornos meterme. Bah, sí tengo. Tengo la posibilidad de invadirle la casa a gente por períodos de tiempo cortos hasta encontrar algo y empezar a cobrar. Y esto me jode, ...

Eric Whitacre está más bueno que Brad Pitt untado en Nutella . Su pelo es tan rubio y sedoso que debería hacer una propaganda de champú y menearlo y sacudirlo frente a un ventilador. Tiene unos ojos encantadores y hasta habla sexy. Pero no se trata de un modelo de ropa interior (aunque bien podría serlo), ni de un galán hollywoodense (aunque bien podría robarle protagónicos a Ryan Reynolds y Matthew McConaughey ), sino de un compositor. ¿De qué? De música coral muy bella y sublime (nunca mejor usada esta palabra). De más está decirles que todos los choir geeks quieren ser él y todas las choir geeks nos meamos cuando aparece en algún videito en youtube. Pero además de estar para el crimen y componer maravillas, el señor Whitacre es un tipo muy astuto y copado. Hace cosa de dos años, una piba llamada Britlin hizo un video y lo subió al youtube para contarle cuanto lo admiraba y para mostrarle lo lindo que canta a ver si el tipo le daba bola y la dejaba entrar a uno de sus coros. Enton...

En mi familia (que es minúscula, ya que somos mi mamá y yo nomás en casa) la creencia es que la primera persona que veas el primero de enero al levantarte después de la pachanga simboliza cómo será tu año. Siempre tengo la esperanza de que cuando salga a la calle me voy a cruzar con una super diosa manejando una Ferrari Diablo, pero como se imaginarán, nunca pasa. Este año, la primera persona que vi fue a mi vecina Sara. Es la madre de mi una de mis mejores amigas y la conozco de toda la vida. Es una mujer sencilla, muy laburante, fuerte sin dejar de ser dulce, muy solidaria y cariñosa con quien lo merezca y valiente, sobre todo eso. Hace un par de meses la operaron de cáncer y ya está terminando la quimio. Según los médicos está más que bien y le queda mucho hilo en el carretel. De modo que estoy contenta de que ella sea la metáfora de mi año. Buena gente queda poca y como Sara menos. ¿Y ustedes? ¿Quién fue la primera persona ajena a la familia que vieron hoy?