Los supervisores

miércoles, 26 de agosto de 2015

La pulga

Tengo una pulga en la cabeza,
molesta,
inestable,
insignificante,
francamente insoportable...

Me recorre el pelo sonriente,
se abre paso por mis cejas,
y se pasea por mi mente,
plantando a su paso miles de quejas.

Pulga lustrosa, brillante y altanera,
encaramada en lo alto,
con aires de grandeza
y una batuta de mando tiránico.

Oronda en su torre de control
desfila campante y sin embargo
ciertas voces del antes
le trastabillan el compás del hoy.

Por momentos se queda quieta,
y siento que se fue.
Y justo cuando creo haberla perdido,
y cierto tipo de nostalgia amenaza con surgir,
suena su picosa campana
y me alegra saber que no se decidió a partir.