Los supervisores

lunes, 27 de septiembre de 2010

Meseta misionera

A diferencia de lo que pasara dos semanas atrás cuando mis hormonas locas y mi sistema linfático me hicieron cabrear de lo lindo, hoy mi metabolismo me hizo un piquete y me dijo "acá me planto, dejame descansar". La balanza marca 74 kilos limpitos, osea, no me moví de lo que había marcado el lunes pasado. Esta mañana cuando me levanté encontré un folleto turístico pegado a mi cadera; a continuación transcribo que dice:

"Bienvenida a la meseta misionera, hogar de lo estático y llano. Disfrute de no adelgazar pese a haberse cuidado en las comidas y a haberse paseado de aquí para allá en rollers. Contemple que no importa insolarse mientras patina o casi desmayarse gracias al adorable sol de septiembre. Por lo general, las estadías duran una semana; si planea quedarse más tiempo, grite. Si quiere irse antes, viva a agua y lechuga. Gracias por su visita".

lunes, 20 de septiembre de 2010

Baja baja baja mamacita

En ánimo jocoso les cuento que nuevamente la báscula de la felicidad mostró evidencia de lo evidente y hoy lunes, día de pesaje, dice que peso 73.9. Poco, pero algo es. Se sabe que los primeros kilos se bajan rápido y los siguientes cuestan un poco más, que hay mesetas y la mar en coche, pero visto que es septiembre y que este cuerpito (que de -ito nada) va a pelar carne recién en diciembre, no me puedo quejar.
El sábado anduve recorriendo negocios en búsqueda de un pantalón de gimnasia para ir a patinar con un poco más de glamour (si me mato para estar un poco más fiu fiu y sigo usando ese engendro desteñido, gigante y manchado con lavandina, el efecto no se percibe) y estuve expuesta a la maquiavélica luz de los probadores y a sus espejos diabólicos que muestran hasta el último pozo, estría y rollo con total desparpajo, y por suerte mi autoestima y yo salimos intactas. No estoy tan fulera digamos como para tapar el espejo o comprar a ciegas.
Buen comienzo de semana para todos, los dejo para ir a prepararme un suculenta ensalada de acusai y rabanitos. El que quiera que le convide chiste nomás.

viernes, 17 de septiembre de 2010

Best teacher ever

Dieta: haciendo buena letra, sopa, ensaladas, agua, nada de azúcar, nada de sal y patinando de acá para allá en la costanera a diario, ahora que hace calorcito de paso me bronceo así lo blando cuanto menos blanco menos blando se percibe jejeje. Punto para mi hoy, porque había un viento terrible y patiné igual, y terminé mejor que los días anteriores.

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El resumen de arriba viene porque hoy quiero hablar de otra cosa, que tiene que ver con mi autoestima, pero no con el peso. Resulta que si leyeron los primeros posts les conté que trabajo como profe en una carrera a distancia, pero también en un terciario y supe estar en una primaria. Y hoy es el día del profesor, y cuando yo era piba no quería saber nada de ser profesora porque ganan una miseria y porque no tengo paciencia; ambas apreciaciones siguen siendo ciertas pero laburo de eso igual y me encanta. Y a mis alumnos les encanto yo; tanto que estudian y se sacan buenas notas. E inclusive, cuando se terminan mis suplencias, me extrañan y me piden que vuelva. Yo sé que son unos salameros y que a todos los suplentes les han de decir lo mismo, pero a mi me mima el alma un toque. Y bueno, hoy es el día del profesor, osea mi día, y nada, quiero festejar conmigo dedicándome mi blog en mi primer día del profesor (estoy un poco posesiva, sepan disculpar).

miércoles, 15 de septiembre de 2010

Bajan rodando

Decidida a darles una paliza a mi sistema linfático y a mi metabolismo y mostrales quién manda, ayer a la mañana me mandé a la costanera con los rollers en la mochila y el último de Robbie Williams de banda sonora. Después de años de no hacer nada se imaginarán que la patinada no fue "de corrido". Creo que me hice amiga de cuanto cordón de vereda adorna la estimada costanera posadeña; el lado amable es que no fue por caerme (cosa que gracias al cielo no sucedió) si no porque esta inteligente y asmática mujer fumadora, en un rapto de superada total, se olvidó de llevar su broncodilatador y su dasolín, y como hacía frío a los cinco minutos ya tenía tapada la nariz y andaba sin pañuelos. Pero pese a que el diablito rechoncho de la izquierda de su conciencia le decía que mejor parase y fuese al centro a tomarse un rico café con leche con medialunas, ella siguió durante hora y media parando cada tanto a respirar y a pedirle a su corazón que deje de bailar electro en su pecho.
¿De qué sirvió? Bueno, como siempre veamos lo malo primero: me duele hasta el pelo, sólo a mi se me ocurre mandarme diez kilómetros en patines (tiene cinco, ida y vuelta) siendo que mi única gimnasia viene siendo tipear (los dedos delgaditos, delgaditos). Pero veamos el vaso medio lleno: al sistema linfático le gané, decidió darme tregua, me regaló una desinflada y bajé un kilo y medio luego de mi proeza. Volvemos a la dieta normal, desafectada de la locura de las hormonas.
Ahora me voy a seguir patinando, tengo que lograr que mi cara deje de hacer juego con mis patines para cuando termine.
Patines "desinflantes"
Cara de hecha moco pero con misión cumplida

martes, 14 de septiembre de 2010

Detesto ser mujer

Una vez al  mes me inflo como una esponja y hasta la última gota de líquido que ingiero se las arregla para atrincherarse dentro mío e irme abultando. No me entran los zapatos, ni la ropa, no los anillos y hasta las chabombas pueden lograr que se me corte la circulación. Entonces me deprimo, y si bien en otra época, estos días serían esos en los cuales comería chocolate y tomaría coca sólo por ser feliz un ratito, ahora que doña dieta se impone (y no estoy de viaje) me conformo con un mate endulzado con yuyos. Estos días también son esos en los que me siento una lechuga en el fondo del cajón, mustia y putrefacta, vieja y horrible y si abro una revista y veo una modelo me largo a llorar. Las odio. Odio que sean así de flacas y con esas panzas todas chatas pero tienen tetas y quince años. Yo a su edad era un bofe que jugaba a las muñecas a escondidas con mis vecinitas de nueve que eran las únicas que no se reían de mí por jugar a las Barbies a esa edad (mientras mis compañeras de colegio ya se portaban cuales bataclanas) y soñaba casarme con un Backstreet Boy (Kevin preferentemente).
Pero lo que más más odio de estos días es engordar. Me pesé. Aumenté un kilo setecientos; y lo escribo en vez de expresarlo en numeritos porque impacta menos. Peso setenta y cinco kilos setecientos gramos. Y no hay derecho. Más allá del reino de permitidolandia, tampoco me porté peor que otras veces (inclusive podría decir que me porte bastante mejor). En fin, sólo me resta esperar a que venga un estrujador gigante y seguir comiendo sopa sin sal.

domingo, 12 de septiembre de 2010

Compensando viajes

Fui a la Fiesta Nacional del Inmigrante ayer. Platos típicos, bebidas típicas, reinas, gente disfrazada, sobredosis de tiradores en los disfraces, etc, etc... En resumen: el diablito rechoncho que tengo sentado a la izquierda le ganó al Brad Pitt angelical de la derecha de mi conciencia y Don Permitido atacó de nuevo.
Para contrarrestar un poco esto, y para cumplir con mi promesa de hacer ejercicio, luego de mucho haber buscado un gimnasio decente donde el tufo a transpireta ajena me deje "nocáu" ni tener que andar con un Lisoform en la cartera para limpiar las máquinas antes de sentarme (soy un poquito asquerosita, lo sé), anteayer me puse a hacer gimnasia en casa. Primero quiero dejar en claro que más allá de que soy una pachorrienta asumida, hacer abdominales no me cansa, pero lo que sí suele pasarme es que me aburro como un hongo. Bueno, en casa y bajo las circunstancias que paso a contar a continuación, eso es imposible de ahora en más. Tengo dos perros (o al menos eso parecen, no estoy segura, un antepasado rata tienen seguro); dos perros insoportables, pegotes, malcriados, mimosos y muy tarados (cada prenda se parece al dueño). Imagínense entonces intentar hacer abdominales cuando una se te sube a la panza y cada vez que vas para arriba intenta lengüetearte la cara y cuando bajás el otro te agarra el pelo con la boca y te tira de ahí cuando juega con su soga. Bueno, entonces yo que soy muy sensata los encierro... Y vuelvo a mi rutina... un minuto después logran abrir la puerta y vuelven a hacer exactamente lo mismo. En medio de carcajadas y puteadas, cambio a intentar hacer espinales... Se me acuesta una en la cintura y el otro en las piernas. Los ato con la correa y en un bello concierto de ladridos desesperados por ser libres y aullidos que suenan mas o menos a "auauauaouuauauiuauau" que traducido quieren decir "soltame dale que me porto bien" terminás tu rutina que en vez de media hora te llevó una. Así que así estoy, tratando de volver a la buena senda, moviendo un poco el panaco que de tanto sedentarismo ya se me fue para adentro digamos, mi culito desaparecido en acción.
Les dejo un par de links que me resultaron útiles, lo único que los perros se los consiguen ustedes... a los mios los odio, pero ya me encariñé y no da andar prestándolos.

http://www.editum.org/Abdomen-Plano-Cinco-Consejos-Y-Una-Rutina-p-722.html
http://www.tu.tv/videos/abdominales-completo-_1
http://www.youtube.com/user/P4Pespanol#p/u/9/yzsnELpMioo
http://www.youtube.com/watch?v=TeHSOuEW8l0&feature=related

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Ah, ¿el pesaje? Jejeje, lo cambié a los lunes, siempre me pasa algo los domingos.

miércoles, 8 de septiembre de 2010

"Nain"

Bueno gente, ahora ya con cerveza y clericó en el sistema, les puedo contar que salio todo liiiiindo, diviiiino, divertiiiido (no sé que diantres me pasa con las ies hoy), que el resultado del asunto fue un Nueve (9).
Estem, como les iba diciendo, ahora soy una profesional que debe cuidar su prestigio, así que dejaré de tomar whisky Criadores para pasar al J.B. (sí claro, sigo igualita de pobre, sólo que con cartón firmado por el ministro).
Les dejo una fotito. Mañana cuento detalles si me inspiro, ahora solamente quiero dormir en paz sabiendo que me saqué esto de encima y me tengo que poner a estudiar para la licenciatura (¿me van a hacer el aguante con esa también?)
Ah, y gracias por los lindos y amorosos mensajes que me dejaron entre hoy y ayer, me re sirvieron, estaba que me moría.
El trajecito, las flores y la felicidad
Mi tesina ;-)

martes, 7 de septiembre de 2010

Atacadísima

Gente, estoy que me muero de los nervios, de la ansiedad, de la angustia y de todo. Me acado de comer una pecaminosa Tita, una milanesa, una porción de sopa paraguaya, arroz, ñoquis, y de aderezo MAYONESA. Y Tomé Coca.
A qué viene tanta angustia oral se preguntarán los novatos o los desmemoriados. Mañana defiendo la tesis gente, y estoy cagada en las patas. ¿Y si me olvido de todo? ¿Y si me trabo? ¿Y si me hacen una pregunta colgada de los pelos y no la puedo contestar?
Tengo un nudo en la garganta, otro en la panza y una laguna en el marote. Es más, ¡hasta creo que me olvidé de hablar en inglés!
El lado amable es que el trajecito me queda... ESPANTOSO. Con la dieta y la inmobilidad tipeadora me quedé sin cola y embolsa. ¡Me quiero morir, no quiero/puedo/debo estar fea el día de mi defensa!
Nada, nada, me duele toda la espalda, tengo taquicardia y no me sale ni armar el dichoso powerpoint. Si fuera por mí, doy la charla en pantuflas desde casa mediante Skype (¿se podrá?).
En fin, deséenme suerte/éxitos/albricias o los que se le cante...

¿Quedará mal ir a rendir previa ingesta de una buen whisky on the rocks?

lunes, 6 de septiembre de 2010

Composición tema: mi balanza

Se parece a esta la reina de mi corazón

Composición tema la Balanza:
Mi balanza me mima.
Mi balanza me ama.
Mi balanza me perdona las pizzas y las Mirindas.
Mi balanza está entusiasmada con que llegue linda al verano.

74 kilos señores... ¿que tul?

¡¡¡Vamos que hasta que no me entre mi vestido de recepción de 5to año no paro!!!

domingo, 5 de septiembre de 2010

No me peso nada

Estoy de turista en casa de mi madre. La balanza se quedó sin pilas, así que lo tomo como un presagio del desastre cometido y postergo la intriga hasta mañana. (¿evasiva yo?). Si ya sé que me va a decir que engordé, ¿para qué torturarme con sus numeritos hoy domingo, día deprimente sin que lo ayuden? No. Mejor espero a mañana lunes, cuando vuelva a mi rancho, y me enfrente a la balanza de médico heredada de mi viejo, que te bate la justa sin anestesia.

sábado, 4 de septiembre de 2010

Prohibido viajar

Hace un par de años, yo miraba de forma diaria el programa "Cuestión de Peso" por dos razones:
1-Por sentirme identificada con los participantes
2-Para babosearme por Adrián "Suculento" Cormillot.
En uno de sus tantos episodios, don Cormillot padre (al cual vi hace poco en un aeropuerto y les digo que entra en la categoría "viejo sexy" con cuatro estrellas) hablaba de que, si bien cuando uno viaja es difícil mantener una dieta balanceada, siempre se puede pedir una ensalada en vez de una hamburguesa con todo y aceitunas.
Pero hete aquí que para mi no es difícil... para mi es IMPOSIBLE no comerme una pizza cuatro quesos con Mirinda/cerveza (depende del momento del día), o entrar a un McDonals y repetir con placer "quiero un big mac y sí, agrandame el combo".
Como habrán podido o pueden leer que me pasó cuando fui a Buenos Aires, mi autocontrol zen de no comer un choto o de comer ensaladitas y sopas se desvanece ni bien cruzo el límite político de mi ciudad. Inclusive, es gracioso que en el bondi no pruebe bocado de las bandejas maquiavélicas esas (aunque la verdad, al que se le antojan esas cosas tiene un toscano en el paladar), pero en un nivel filosófico puedo decir que es como una cápsula geo-política que me traslada del punto A al punto B.
Retomando, una vez que bajo del cole, se me agudizan los sentidos, y cada partícula de aceite y cáda átomo de carbohidrato circundante me seducen. Cada vez que viajo, le meto los cuernos a mi dieta con cuanta promiscua comida engordante encuentro.
Confieso que he pecado, viajé a Chaco y Corrientes y tomé capuccino y le puse tres sobres de azúcar (sí, azúcar), comí pizza cuatro quesos y margarita, tomé Mirinda y Coca, comí galletitas de chocolate y tomé mate dulce. Mañana la balanza me va a castigar... lo sé. Y yo, como pérfida pecadora, me azotaré la espalda con una rama de apio suplicándole a los ángeles de la delgadez y el fitness que no me dejen ser tan débil la próxima vez.


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Pd: Gracias a los diez divinos que me siguen. Está bueno saber que hay alguien ahí leyendo mis taradupideces.

jueves, 2 de septiembre de 2010

Miércoles 19.30 hs

El próximo miércoles a las 19.30 hs voy a defender mi tesina. Según comentarios de pasillo, se pudo oír a las profes decir que "está perfecta" y "obvio, si es una genia".
El ego allá. Y mi dieta bien (dijo la que anda muy off topic  últimamente). Cambié de estrategia, ahora sólo como cuando tengo hambre. Y como al hambre lo controlo ayer me pasé el día con tres galletitas en el sistema. No se preocupen, no pasé de castaño a oscuro, hoy comí diez ravioles (los conté) y un pedacito de tarta de acelga. No quiero desaparecer, sólo quiero que me entre el trajecito gris para el miércoles y para eso necesito un kilo menos porque no me cierra el botón. ¿Llegaré?

miércoles, 1 de septiembre de 2010

Era hora

Cuando terminé la secundaria, como ya conté, me fui a vivir a Tucumán a estudiar Arqueología. A mitad de año, me di cuenta de que era muy urbana para pasarme la vida en medio de la Puna, comiendo arvejas y sandwiches de mortadela, sin internet o señal en el celu, y que algún día iba a querer casarme y tener hijos (de acá a mil años, pero bue) y que iba a querer estar en casa a las ocho para ayudarlos con la tarea, lavarles el guardapolvo y demás cosas que hacen las madres. Entonces, decidí cambiarme a inglés, cambio que concreté un año y medio después por circunstancias que no vienen al caso. Pero mientras, yo era la boba del curso, porque no me interesaba un pito la carrera, y vivía de joda. Cuando me cambié a inglés venía bárbaro, hasta que empezaron los paros y de golpe y porrazo, me quedé libre en una materia lo cual me obligó a pasarme un año cursando solamente esa, porque no se podía hacer nada de segundo si no tenía todo lo de primero. Resultado, con todo el dolor y el odio, me volví a mis pagos, de los que me había ido cuatro años antes jurando nunca volver.
Y hoy, hace cuatro años de esto, y cuatro por cuatro, me banqué vivir en una ciudad que odio, en la que nunca me sentí a gusto y que me ahoga. Pero hoy, todo eso dijo basta y me sentí realizada. ¿Por qué? Bueno, porque hoy fui a mi facu, y la profesora encargada de corregir mi tesina me dijo que está muy buena, que no hay errores graves, que son opciones, y que mañana la entrega para que ya pueda dar la presentación oral. Así que gente, con toda la chochera les puedo decir que hoy, después de haberme sentido estúpida por mucho tiempo, viendo como se recibían otros y yo no, hoy me siento una genia total, y lo quería compartir. Ahora a preparar la defensa, con video, música, show y lemon pie. Mucho pero mucho lemon pie.