Los supervisores

martes, 15 de enero de 2013

Desvelada

No sé porqué será, pero siempre que tengo que pasar una noche en vela a causa del laburo, esa fatídica mañana siguiente se viene plagada de eventos desafortunados; todo aquello que tengo que hacer no sale y, contrario a lo que seguro están pensando, no se debe a mi estado insomne sino a factores absolutamente externos, como oficinas cerradas, colas interminables, gente mal predispuesta, como si todo el mundo hubiese pasado de largo conmigo y estuviese enojado por eso... Es como si el universo se complotara para que duerma cuando debo y no cuando puedo.

martes, 8 de enero de 2013

Sin fuego/La dieta: el regreso

Hoy será una semana de que empecé a dejar de fumar. El martes pasado caí a lo de un amigo para que me explique cómo funciona el pucho electrónico que se compró mi vieja y él me terminó regalando uno a mí. Partiendo de la base de los casi dos atados por día que me tragaba vorazmente como un dragón a la inversa, el primer día fumé 10, después 6, después 2, después 1, y ahora nada de nada... bah, hoy vi a una amiga, le di una seca al suyo y ya se me pasó. Así que ando chupando mi narguile a pilas que resultó ser de lo más copado: no me mancha los dientes, no me apesta todo alrededor y tampoco me sofoca. Hice la prueba: subí las escaleras corriendo los 4 tramos y llegué arriba fresquita, no bañada en sudor, con la lengua afuera, gateando y completamente azul como la semana pasada. La otra ventaja es que me comprometí a ahorrar lo que no gasto: hasta ahora tengo 60 pesos (10 por paquete, en realidad era paquete y medio o dos por día, pero tampoco puedo ir al cajero todos los días para llenar la alcancía), que hoy serán 70. Matemática básica, al cabo de un año tendré 3650 mangos para irme a donde me lleven (inflación más inflación menos, es buena plata). Eso sí: ando lamiendo hasta los paquetes de lo que me como, que básicamente es TODO lo que encuentro a mi alcance. Parezco una vaca angurrienta que no para hasta que te deja pelado el campo de pasto. Así que bueno, volverá la dieta  por estos lares muy pronto... ¿Me acompañan?

miércoles, 2 de enero de 2013

Una chica del dos mil... trece

Actualizo desde el celu, tengo pucho electrónico, me baje el instragram para creerme fotógrafa y pertenecer al jet set.
La primera persona del año fue una minita caminando con swing hablando por celular. Nada mal, ¿no?
Así que sí, parece que lo pedigüeña surtió efecto y por más que ahora esté en el lado unplugged de la vida, pinta que va a ser un año para decir: "¡Uyyyy cómo estoy!"


martes, 1 de enero de 2013

La primera persona del año (bis)

Anoche acá se largó la tormenta a las 11.15 de la noche cuando estábamos todos en plena bacanal en el patio. El viento nos empezó a volar la peluca a todos y tuvimos que huir para adentro, llevando bandejas y platos a lo loco para que no se nos agüe el vitel toné. Lo bueno es que el 2013 empezó limpio de culpa y cargo porque la lluvia se encargó de lavar los últimos restos de 2012.
El primero de enero de 2011, les conté que en mi microfamilia tenemos la superstición de que la primera persona ajena a tu casa que veas cuando te levantás de la joda el primero de enero simboliza cómo será tu año. El primero de enero de 2012 vi a un vecinito concheto que detesto, que se caga en todos y en todo, rompe cosas, jode a la siesta, es insolente... y así me fue. 2012 fue un año jodido como concheto adolescente.
Oficialmente, ya han pasado 17 horas de empezado el 2013 y aún no me asomé a pispear a quién veo, tengo terror de ver a un leproso, un wachiturro o algo por el estilo. Soy muy supersticiosa y estas cosas me cagan la cabeza. Le vengo haciendo el ole a mirar por la ventana y cuando levanto la vista y vislumbro una silueta a través de las cortinas de voile naranja tang que puso mi madre, muevo rápido los ojos para esquivar el contacto. Claro está que en algún momento tendré que salir y veré a alguien, sólo espero que sea positivo; si me entero ya que 2013 va a ser un año jodido igual que el anterior, hago la gran Edipo, me saco los ojos con una cucharita y "opama la problema".