La pulga

Tengo una pulga en la cabeza,
molesta,
inestable,
insignificante,
francamente insoportable...

Me recorre el pelo sonriente,
se abre paso por mis cejas,
y se pasea por mi mente,
plantando a su paso miles de quejas.

Pulga lustrosa, brillante y altanera,
encaramada en lo alto,
con aires de grandeza
y una batuta de mando tiránico.

Oronda en su torre de control
desfila campante y sin embargo
ciertas voces del antes
le trastabillan el compás del hoy.

Por momentos se queda quieta,
y siento que se fue.
Y justo cuando creo haberla perdido,
y cierto tipo de nostalgia amenaza con surgir,
suena su picosa campana
y me alegra saber que no se decidió a partir.

Comentarios

Entradas populares de este blog

Cómo perder a un hombre en tres años

Flajelos

Como te digo una co te digo al o