Los supervisores

jueves, 25 de agosto de 2011

Las hermanastras postmo de Cenicienta

Hoy por hoy se inventan cirugías fantásticas para poder crecer unos centímetros. Justamente hoy, hojeando la revista de Susana, en una de las notas sobre novedades de belleza, hablaban de un tratamiento nuevo para aumentar la altura que consiste en inyecciones en los talones de ácido ialurónico o una cosa de esas que usan las minas como Susana para rejuvenecer y parecer de 15 años luego de una buena pasada por photoshop. Mientras tanto, mientras hacía zapping enganché en Infinito un documental tremebundo que contaba que en algunos países asiáticos, las chicas que sueñan con ser un poco más altas se someten a cirugías en las que le rompen las piernas en pedazos, les enchufan unos clavos y cuando el hueso se regenera, ganaron centímetros. Obvio que esto es bastante más heavy que inyectarse ácido o ponerse un par de tacos. En algunos casos las heridas se infectan, los huesos no sanan y las minas pierden las piernas, o las cicatrices son tan espantosas que tiene que hacerse más operaciones para borrarlas y no parecerse a la novia de Frankestein.
Las plataformas, las plantillas de gel altas para meter dentro de los zapatos y los tacos, todo se inventó para que las chicas parezcan más altas. Pero claro, nadie pensó en nosotras las que ya venimos con elevadores incorporados. Muchas morimos por usar tacos, pero no da darle el touch final al look poste de luz. Entonces, yo  me pregunto: ¿para cuándo un método para achicarse? ¿Cuándo van a salir al mercado las pastillas de chiquitolina en monodósis? Imagínense nomás, tener una fiesta de gala y encontrar el vestido perfecto y poder colocarse unos stilettos y tomarse unas pastillitas mágicas que en vez de reducir centímetros en las caderas los bajen en las gambas. Sería maravilloso.
Así que, científico amigo, estudiante de farmacia que andás por ahí sin saber bien que será de tu destino cuando te recibas, debatiéndote entre entrar a Roche o ponerte una franquicia de Farmacity: empezá a laburar en las cápsulas de osteoporosis. Yo pago.

2 comentarios:

Mariano dijo...

Quizás no se dio cuenta, pero ya existe la piedra pomez. Sí, esa que vulgarmente se usa para limarse los callos, en verdad es un instrumento natural que tiene como único fin sacarse centímetros de talón.

Claro, el punto es que seguro nadie tuvo la paciencia necesaria siquiera para llegar a los 5 o 6 milímetros. Pero bueno, es cuestión de constancia y no de vagancia.

Mariana dijo...

Hola tocayo. La verdad que está complicado eso, sobre todo limarse 6 cms... mucha silocaína. Seguiré esperando las cápsulas nomás...