Los supervisores

sábado, 26 de noviembre de 2011

Entomo-scout

Hoy fui a buscar a mi vieja a Aeroparque. Como tardaba decidí  ir afuera a fumarme un pucho mientras ponía los ojos chinos debido al sol destripador de este mediodía. En eso, decido buscarme una sombrita y me ubiqué al lado de un ventanal. Y ahí lo vi: del otro lado, en una esquinita, desesperado chocándose contra el vidrio polarizado, quedando cabeza abajo y batiendo las alas a más no poder, estaba un alguacíl de importante tamaño que no podía entender por qué podía ver el río y un árbol lleno de flores pero no podía avanzar.
Ya he hablado de mi bichofobia en ocasiones anteriores, pero me conmovió el ahínco con el que el bichito luchaba por salir pese al gran obstáculo y a que su cerebro de insecto no le entraba que era imposible. Así que apagué el pucho, entré de nuevo al aeropuerto y fui derecho a la ventana. Agarré una servilleta y se la acerqué. El chobi se subió en el acto, como entendiendo lo que estaba por pasar. Y se bancó ahí quietito mientras yo caminaba por el aeropuerto.  Ni bien atravesé la puerta automática y él entendió que era libre, salió volando derecho al árbol florecido y se perdió.
La servilleta me la guardé y fui a recibir a mi vieja que acababa de llegar.
Sé que es una tontera, pero me hizo sentir grande, tanto como la escala del bichito en cuestión podría juzgarme.

3 comentarios:

Lunática dijo...

Y en el momento de la liberación los parlantes convidaron la canción: "Libreeeeeeeeee, como el sol cuando amanece él es libreeeee...."
Jjaja, bien por el bichito y por vos que lo ayudaste!

Seba dijo...

Yo hago esos actos de moar por los bichos tambien. Merecen mas respeto que algunas personas.

Mariana dijo...

Luna: claro, pero cantaba en una frecuencia tan elevanda q no me enteré... tb pudo haber cantado "te damos las muchas gracias" :P

Seba: totalmente de acuerdo; pero a las arañas y a las avispas que las ayude otro. Si me vienen a pedir auxilio, la baño con raid