Los supervisores

jueves, 5 de noviembre de 2015

Fluir...

De la energía emanada
pueden surgir sentires inesperados,
calores inenarrables
y deseos increíbles.
Así, de la más absoluta nada,
surgió, se creó, brotó
una suerte de compañía inexplicable
que a todo atañe,
que a todo incluye,
a la que el absoluto infinito no puede rehuírle...
Es este presente inmediato
que se escurre en el tiempo
como agua en mis manos,
que llega con dulzura y abrigo
donde todo era llano,
lóbrego,
insípido,
inerte,
donde realmente creía ya verme echada a mi suerte.
Dios sabrá cuál será el destino
de nuestras risas y complicidades,
por ahora fluyamos, vida mía,
hasta que muera la tarde.



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