Señora ÉSTA
La próxima vez que vaya a un negocio y me digan "señora", creo que me voy a largar a llorar.
Ayer creé este blog porque sí, como ya expliqué. Pero desde entonces, una catarata de ideas se me estuvieron arremolinando en la cabeza, y hoy me encontré poniéndole un nombre y ,podemos decir, encontrándole una razón de ser.
Tengo 25 años, y estoy de novia hace tres. También soy muy alta (1.85), razón por la cual me cuesta darme cuenta cuando engordo. Y cuando me doy cuenta, ya está hecho el daño. La semana pasada me pesé y descubrí que había engordado 18 kilos. Se sintió como si una mini-CaterinFulop le pegara cachetadas a mi conciencia mientras cantaba "te lo dije" con ritmo caribeño. No es que no haya tenido señales de alama; de un tiempo a esta parte, cada vez que voy a un negocio, me tratan de señora, pero como creo la gente es estúpida, y acá asumen que a los 25 una ya debe tener como mínimo un hijo, no me preocupé demasiado. Pero no fue la única señal. Antes me tenía que poner los jeans con una calza debajo para que no me sucediera la gran Cantínflas y quedarme con las cachas al aire en la calle. Ahora, si la calza me sube sin hacer fuerza y sin quedar parecida a un matambre, es un milagro. También tengo un tapado que amo, el cual se cierra con botones a presión; hoy me senté con el tapado puesto y los botones saltaron dejando que mi panza se asomara para recordarme que ahí está.
Pero el peor de los comentarios me lo hizo una amiga ayer, una de esas que nunca dicen nada inapropiado, de esas que son políticamente correctas hasta en cuando van al baño. Estábamos por comer un asado en su casa, con su marido, su madre, y mi maritrucho, cuando le dijo a mi chico que el buzo que llevaba puesto lo hacía parecer gordo. Yo contesté por él (como siempre) diciendo que la gorda de la pareja era yo, y ella tajante sentenció "Sí, vos estás regorda". Me quedé dura, porque sinceramente no me esperaba que lo dijera así, como quien saca una curita de un tirón. Y para arreglarla agregó: "Bueno, pero ya encontraste tu amor, así que te podes relajar".
Puede ser. Es sabido que mucha mujeres se achanchan cuando están en pareja. Y aparentemente yo no soy la excepción. Pero no me gusta, y no me conformo. Así que a partir del lunes, me voy a poner en campaña para bajar esos kilos malditos. Y ese es el objetivo del blog. Acompañarme en esto. Tal vez si lo hago público, no termine sucumbiendo a la tentación de una paquete de chizitos o de una mega-hamburguesa con todo y aceitunas. Veremos que sucede.
Ayer creé este blog porque sí, como ya expliqué. Pero desde entonces, una catarata de ideas se me estuvieron arremolinando en la cabeza, y hoy me encontré poniéndole un nombre y ,podemos decir, encontrándole una razón de ser.
Tengo 25 años, y estoy de novia hace tres. También soy muy alta (1.85), razón por la cual me cuesta darme cuenta cuando engordo. Y cuando me doy cuenta, ya está hecho el daño. La semana pasada me pesé y descubrí que había engordado 18 kilos. Se sintió como si una mini-CaterinFulop le pegara cachetadas a mi conciencia mientras cantaba "te lo dije" con ritmo caribeño. No es que no haya tenido señales de alama; de un tiempo a esta parte, cada vez que voy a un negocio, me tratan de señora, pero como creo la gente es estúpida, y acá asumen que a los 25 una ya debe tener como mínimo un hijo, no me preocupé demasiado. Pero no fue la única señal. Antes me tenía que poner los jeans con una calza debajo para que no me sucediera la gran Cantínflas y quedarme con las cachas al aire en la calle. Ahora, si la calza me sube sin hacer fuerza y sin quedar parecida a un matambre, es un milagro. También tengo un tapado que amo, el cual se cierra con botones a presión; hoy me senté con el tapado puesto y los botones saltaron dejando que mi panza se asomara para recordarme que ahí está.
Pero el peor de los comentarios me lo hizo una amiga ayer, una de esas que nunca dicen nada inapropiado, de esas que son políticamente correctas hasta en cuando van al baño. Estábamos por comer un asado en su casa, con su marido, su madre, y mi maritrucho, cuando le dijo a mi chico que el buzo que llevaba puesto lo hacía parecer gordo. Yo contesté por él (como siempre) diciendo que la gorda de la pareja era yo, y ella tajante sentenció "Sí, vos estás regorda". Me quedé dura, porque sinceramente no me esperaba que lo dijera así, como quien saca una curita de un tirón. Y para arreglarla agregó: "Bueno, pero ya encontraste tu amor, así que te podes relajar".
Puede ser. Es sabido que mucha mujeres se achanchan cuando están en pareja. Y aparentemente yo no soy la excepción. Pero no me gusta, y no me conformo. Así que a partir del lunes, me voy a poner en campaña para bajar esos kilos malditos. Y ese es el objetivo del blog. Acompañarme en esto. Tal vez si lo hago público, no termine sucumbiendo a la tentación de una paquete de chizitos o de una mega-hamburguesa con todo y aceitunas. Veremos que sucede.
Comentarios
Lo importante es adquirir sanos hábitos alimenticios, aunque de vez en cuando nos demos una excepción. Y hacer ejercicio físico de forma regular.
Un saludo cordial desde España.
Sapox: marido... te amo
jajaja, a comer pechuguita de pollo con ensalada y cenar consomé.
besos,
Ana
Gracias por leerme y me alegro que te diviertas.
beso
luz
Besos ya gracias por pasarte