Los supervisores

jueves, 21 de mayo de 2015

Erato

Prefiero volver a mirarte de lejos
a nunca más de cerca.
Prefiero vuelvas a ser espejismo diurno
al silencio taciturno que provoca tu ausencia.
La ausencia que nunca fue
porque tu presencia nació breve
pero con un efecto maravilloso,
impulsivo aunque inerte.
A la luz de tu sonrisa
pude verme feliz,
pude verme real,
dejar de ser actriz
de una vida que no era vida,
de una máscara de cera
que se acomodaba a los designios
de todo cuanto me rodea.
De corazón te digo gracias,
aunque jamás te enteres
has sido un don en mi rutina,
un respiro para mi suerte.


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